iconArtículo sobre Cataluña como Prototipo de un Proceso de Reinicio Constituyente de Nuevos Estados Atomocráticos

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Las revoluciones sociales nacen de la Primigenia, Suprema e Irrenunciable Capacidad de Rebelión y Revolución, en la Búsqueda de la Libertad Individual, la Equidad, la Justicia y la Felicidad.

En la actualidad esto se plasma en un sentimiento de Legitimidad Emocional y Moral Plena como Individuo y Ciudadano Atomosoberano.

Todo Individuo-Ciudadano tiene la capacidad y el derecho autoasignado de decidir como Atomosoberano sobre toda la legislación que afecta a su vida.

Por eso toda revolución con expectativas reales de éxito será de atomocratización simultánea multinivel.

La teoría del poder de decisión y actuación social establece cinco mecanismos por el que unos ciudadanos o colectivos pueden imponer su voluntad a la de los demás:

1) La acción coactiva violenta,

2) El engaño,

3) El comercio intercambio,

4) El control de la información formación e ideología,

5) El control en base a la creación de legislación, tanto legislando como bloqueando las opciones de nueva legislación.

En la actualidad son los Oligopoderosos Establecidos los que en la práctica controlan los cinco mecanismos. Y esto en todos los países del mundo; sean representocracias de partidos alternantes, o de partido único, u oligárquicas, o de cualquier otro tipo.

A los ciudadanos normales solo les quedaría tratar de reconquistar parte del poder de decisión y actuación social.

Podrían intentar volver a las revoluciones violentas, o tratar de imponer su capacidad económica como consumidores, o formarse e informarse para difundir una nueva ideología que les favorezca. Lo cual sería una pérdida de tiempo y energía.

Ell mecanismo más civilizado y potente es apropiarse del control mediante legislación. Las leyes tienen la capacidad de controlar los otros mecanismos, desde los ejércitos a la formación, la información y la ideología, pasando por los mercados.

Las únicas revoluciones que interesan a los ciudadanos son las revoluciones que pueden ganarse, es decir las que persiguen el control de la legislación.

Por eso hay que plantearse seriamente como los ciudadanos pueden legislar y así controlar todos los otros cuatro mecanismos.

¿Qué pasaría si los ciudadanos chinos quisieran legislar? Palos y tiros (Mecanismo de Control uno).

¿Qué pasaría si los ciudadanos de Cataluña quisieran legislar? Unos pocos palos, pero mucho peso de la legislación vigente, tribunales, cárcel (mecanismo uno), y multas y represión económica (mecanismo tres), y bloqueo sistemático de todas las iniciativas legislativas autonómicas, que no guste a los poderes establecidos en el Reino de España (Mecanismo cinco).

Una situación sin aparente solución. A no ser que se combinen dos parámetros que definen las sociedades actuales:

1) El enorme número de ciudadanos y,

2) La inmensa capacidad de interconexión-reticulación de esos ciudadanos.

Es esa inmensa capacidad de interconexión la que posibilita la sincronización masiva, pero sobre todo, la que hace posible sumar capacidades diferentes.

Será esa capacidad la que hará posibles, y en realidad inevitables, las Revoluciones Masivas, Intimidatorias, Contundentes, Pacíficas, Pautadas, Garantistas y Low Cost.

Dos millones de independentistas con teléfonos móviles puede organizar una vía catalana enormemente larga y emocional, pero pueden hacer mucho más.

La Interconexión ilimitada ha abierto la puerta al liderazgo colaborativo en red, que ha llegado para superar y desplazar al liderazgo jerárquico, cada vez más inútil, como se ha demostrado recientemente en Cataluña.

La capacidad de generar inteligencia de una red socioneural no consiste en sincronizar a los miembros de la red tras un único objetivo; sino en sumar, integrar, evaluar y decidir sobre el mayor número de alternativas concretas posibles, aportadas por los distintos miembros de la red según sus capacidades.

El proceso catalán debe contar con que muy pocos en Cataluña están dispuesto a asumir riesgos e inseguridades saltando a la Indefinición y al vacío legislativo. No se trata de claridad sino de tener las cosas claramente predefinidas.

A la vistas de lo anterior os podemos plantear un “Full de Ruta".

La creación de un nuevo estado o el reinicio constituyente de un estado ya existente; debe hacerse definiendo; en primer lugar, quién tiene el poder para tomar las decisiones legislativas.

En Cataluña los ciudadanos deben:

1) Estudiar, a nivel individual y colectivo, la Proclamación de legitimidad total y multinivel. (Ver: cvmparmax.global).

2) Quién esté de acuerdo puede usar las redes sociales para divulgar esta proclamación y cuantificar, aproximadamente, cuantos ciudadanos están de acuerdo.

3) Estudiar, a nivel individual y colectivo, la Declaración Fundacional (Ver: cvmparmax.global).

4) Quién esté de acuerdo puede usar las redes sociales para divulgar esta declaración y cuantificar aproximadamente cuantos ciudadanos están de acuerdo (También, puedes empezar a cuantificar el número de españoles y el número de ciudadanos europeos que estarían de acuerdo.

Esta proclamación de legitimidad individual es el primer artículo obligado de cualquier constitución moderna atomocrática.

El segundo artículo es la Declaración Fundacional; donde los ciudadanos Atomosoberanos manifiestan su voluntad de crear un nuevo Marco Multiconstitucional, Legislativo y Tributario, Local-Regional-Global, desde los pactos entre iguales.

Llegados a este punto se puede asumir que se ha activado el reset, reinicio o actualización del marco constituyente, que debe modificar la legislación preatomocrática en vigor en Cataluña, hasta un nuevo marco legislativo completamente atomocrático.

El ciudadano que vive en Cataluña está sujeto a un marco legal Preatomocrático en vigor que debe mantener una mínima coherencia y funcionalidad.

Para que el castillo legal no se hunda en las inseguridades y el caos normativo, el ciudadano, autoproclamado como Parlamentario legislador, deberá iniciar un proceso de Constitucionalismo Virtual Analítico con Predefinición de los Cambios Legistativos y Eliminación de Incertidumbres que debe ir estableciendo la serie de modificaciones legislativas demandadas por los ciudadanos, para su discusión pública.

No se puede derribar un edificio a la vez que se está viviendo en él. Y no se puede modificar ese edificio sin un plan organizado y diseñado hasta el último detalle.

El constitucionalismo virtual analítico no propone la actualización legislativa probando ley por ley; sino que busca el diseño de un marco legislativo coherente, que no solo defina las futuras leyes, sino también el proceso paulatino de cambio desde el estadio actual.

El primer paso sería la revisión de toda la constitución española preatomocrática, que se vea afectada por los dos primeros artículos mencionados, para:

1) Derogar un artículo (y adaptar el resto a esa derogación);

2) Modificar un artículo (y adaptar el resto a esa modificación);

3) Incorporar un artículo (y adaptar el resto a esa nueva incorporación).

En un colectivo de dos millones de independentistas, seguro que hay una gran cantidad de especialistas en todos los campos del saber, incluido el campo del derecho constitucional.

El ciudadano debe entender que se trata de aportar sus conocimientos, opiniones y demandas y decisiones; y que si no tienen conocimientos específicos, o duda de sus propias opiniones, o desconoce hasta dónde pueden llegar sus demandas, solo tiene que preguntar a los demás hasta aclarar sus ideas y tomar sus decisiones. Esa es una de las funciones esenciales de la redes sociales o socioneurales, que hasta hace poco no existía.

Pero, no debe confundirse este proceso con los intentos infructuosos de los independentistas, consistentes en pasearse por el país preguntar a los ciudadanos afines a su causa qué Cataluña quieren.

El constitucionalismo virtual analítico no consiste en que los ciudadanos elaboren las leyes desde la ignorancia, sino que los ciudadanos que sepan propongan los paquetes funcionales de leyes (leyes de verdad, no eslóganes) bajo la atenta mirada y supervisión crítica de todos los demás, y así de forma continua.

La pregunta: ¿Y la República Catalana Independiente, para cuándo?

Para nunca.

Otra cosa es el Estado Atomocrático de Cataluña Neofederado con el Reino de España y con el resto de los estados europeos.

Si eres de los que tienes prisa, encárgate de redactar los 50 principales artículos del contrato o pacto de Neofederación Cataluña-Reino de España y a la vez determina los cambios derivados de la adaptación del resto de la legislación en vigor en el Reino de España y en Cataluña a ese pacto de Neofederación.

Contra lo que pudiera parecer el proceso podrías ser relativamente rápido, si los 2.000.000 de independentistas se convierten en Atomócratas y aportan sus capacidades: desde legislar a difundir la legislación, a aportar datos objetivos sobre los impactos, etc. etc.

Dos millones de capacidades de acción pueden ser absolutamente inútiles si se centran en una única idea vaga y obsoleta, e insisten, insisten, insisten, sin lograr nada positivo; o por el contrario pueden actuar como un cerebro social multifuncional generador de suficiente inteligencia para alcanzar sus objetivos.

Crear una nueva constitución, no desde el copipega, sino desde el diseño constitucional creativo innovador, y un Contrato de Neofederación Cataluña-España, serviría para clarificar lo que se propone, no solo a los ciudadanos de Cataluña sino también a los ciudadanos españoles y europeos.


Resumen de la Proclamación de Legitimidad y Declaración Fundacional de un Estado Atomocrático:

Yo (.....nombre.....) como ser humano Individual y como parte esencial de La Nueva Civilización Humana Local-Regional-Global;

En este acto,

Proclamo mi Legitimidad Emocional y Moral Plena como Individuo y Ciudadano Atomosoberano; ...

... para fundar el Estado Atomocrático de Cataluña ...

... y un Marco Multiconstitucional, Legislativo y Tributario, Local-Regional-Global, Atomocrático y Noindefensionista; ...

... basado los pactos entre iguales y la ciudadanía triple simultánea; ...

... asumiendo mi compromiso de defender esos pactos hasta imponerlos, desde la lealtad, que nos debemos unos a otros, como conciudadanos del mundo, seguro del mismo grado de lealtad y compromiso por vuestra parte...

... y lo hago, plenamente consciente de que puedo y estoy ejerciendo mi Primigenia, Suprema e Irrenunciable Capacidad de Rebelión y Revolución, en la Búsqueda de la Libertad Individual, la Equidad, la Justicia y la Felicidad.

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